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Entrevista a Patricio Eleisegui, escritor, periodista, investigador

"Los agroquímicos están presentes en todos los cultivos que se hacen acá, la soja tiene un lugar preponderante en cuanto al consumo"

 

 

Patricio  Eleisegui (39), periodista y editor de Infobae. Oriundo de Sierra de la Ventana, Buenos Aires. Investigador  independiente.

 

¿Cuáles fueron tus primeras experiencias con los agrotóxicos?

En 2012, comencé a prestar atención a las publicaciones en los medios del interior como los de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, a recabar información sobre las denuncias de contaminación e incidentes, y las enfermedades que sufrían las personas a causa de las fumigaciones, escuelas rurales fumigadas. Al principio fue curiosidad, no estaba el objetivo de hacer un libro. Y a partir de ahí, tratar de entender algo muy importante que no tenía espacio en los medios y no entendía cómo funcionaba el modelo. Comencé a investigar. En primer lugar, que era esto de la soja transgénica, que eran los transgénicos, cuál era el vínculo con los agroquímicos, qué era el glifosato, y las consecuencias que estaba trayendo para el ambiente, la tierra, para el agua y, obviamente, para las personas. Esa fue mi primera experiencia y lo que siguió fue interiorizarse en las cuestiones científicas e indagar qué estudios había dando vueltas sobre la toxicidad de los productos que se estaban usando, qué pasaba a nivel legal, y contactar y dar cuenta de las historias de las víctimas.

¿Qué es Envenenados?

Envenenados es un libro que desarticula el proceso de producción vigente para la agricultura de la Argentina, con foco, principalmente, en los transgénicos de soja, maíz y algodón, y demuestra qué consecuencias ha traído en términos sanitarios, este tipo de producción dominante, hoy por hoy, en nuestro país. Los agroquímicos están presentes en todos los cultivos que se hacen acá: la soja tiene un lugar preponderante en cuanto al consumo, se utilizan alrededor de  promedio 300 millones de litros de agroquímicos por año en los campos de Argentina, de ese promedio, cerca de la mitad, corresponde a glifosato, que en su mayoría se usa en la soja, lo que hace, en definitiva, el libro, es explicar el abc del modelo de producción agrícola vigente en Argentina, atado al paquete tecnológico que incluye los agroquímicos, la semilla transgénica y la técnica de la siembra directa. El libro repasa del momento en que esto se inicia, en el año '96, con la aprobación de la primera soja transgénica por parte de Felipe Solá, hasta nuestros días. Como se ha expandido ese modelo, cómo afectó la calidad de los pueblos que viven en zonas fumigadas, y la explosión de distintas enfermedades, y esto llevó a que a la gente, prácticamente en la puerta de su casa, la están fumigando.

¿Cuál es la diferencia con la primera edición?

El libro se ha ampliado, está actualizado. La primera edición fue  diciembre de 2013, con estadísticas, estudios médicos. Ahora se actualizaron los contenidos, se busca mostrar otras pruebas que demuestran la toxicidad y lo dañino de estar conviviendo con los agrotóxicos, y al mismo tiempo, hemos sumado más casos de personas afectadas. Se ha colocado, por ejemplo, los últimos dos estudios del CONICET que se han publicado en Estados Unidos, sobre contaminación de toda la cuenca del Río Paraná con glifosato y otros productos químicos, como insecticidas, y también datos duros, los números, es decir, como se ha incrementado durante 12 años de kirchnerismo, la producción de transgénicos, y cómo esto, en definitiva, eso apuntaló, y sigue apuntalando, todo un sistema político, es decir, lo que genera hoy esto que nos está matando, ésta producción atada a los agrotóxicos, es lo que en definitiva, también genera la caja que sostiene los proyectos políticos, y eso es lo que hace que cada uno de los dirigentes que está al frente de éste país, no haga absolutamente nada  para cambiar lo que está ocurriendo. 

¿Cómo fue tu etapa de investigación, sufriste algún tipo de amenaza o alguna situación complicada?

Amenazas no, pero si se generaron situaciones de tensión, cada vez que me ha tocado presentar el libro en el interior del país. Y más que nada en los pueblos que son de producción agrícola, en esos lugares siempre hay tensión y cruces de climas raros, ya que a nadie le gusta que un periodista venga a tu pueblo y te cuente que sos el responsable de buena parte del problema sanitario que tiene la localidad en la que estás viviendo, y uno se tiene que enfrentar con el poderío de la sociedad rural, los productores que hacen todo lo posible por acallar la voz de uno que va a mostrar lo que ha estado investigando todo éste tiempo. Dificultades  para acceder a la información y los organismos de Estado.

¿Qué creés que hace falta para concientizar a la sociedad sobre esta problemática? 

Es un tema muy difícil, por el simple hecho de que hay todo un aparato que funciona en contra de la difusión, de esto que estamos tratando de contar a través de libros como Envenenados , hay que pensar que son los actores más poderosos de la economía argentina, un país agrícola, nos estamos enfrentando a toda una cultura de producción que lleva más de 20 años  se ha instalado la idea de que no se puede producir de otra manera , inclusive hay campañas que desarrollan las empresas a través de distintos organismos, uno de ellos es la sociedad rural, entidades del campo que hacen difusión de todo esto negando que hay un problema sanitario y tratando de convencer que hay que utilizar cada vez más cantidad de químicos  generando obviamente un negocio para Monsanto, Bayer, Syngenta, las grandes ganadoras de todo este modelo, por ende, el problema de la concientización es que estas empresas tienen el poder para llegar a los medios de comunicación, auspician campañas, medios, programas de T.V., y radio, y a veces hasta en las escuelas. Lamentablemente, uno queda en una situación de debilidad frente todo un aparto, mientras el país basa su economía a este tipo de producción, las posibilidades de cambios van a ser absolutamente nulas, hay un esfuerzo político para callar este tipo de denuncias. En el mundo, esta problemática es conocida en Francia y en Italia se realizan programas especiales de lo que pasa en Argentina con el glifosato y las fumigaciones, y acá ningún medio hizo eco de esto que sucedió el 1 de abril de 2017, y fue el programa más visto en Italia. Si no se puede contar acá, lo haremos internacionalmente, para que se presione a los dirigentes y cambie la situación.

 

“Estos productos son una bombas químicas, eso creo.y producen alimentos echándole veneno”.

 


 

 

 Por: Georgina Acevedo

 Colaboradora de Conciencia  Solidaria,

 Área Prensa.