¡Hasta que la última jaula quede vacía!

Entrevista a Malala Fontán, activista y creadora de "Sin Zoo"

 

Hace poco nos enteramos que el gobierno de la ciudad, está intentando sacar un proyecto de Ley que concesionaría algunos edificios de la ciudad de la Buenos Aires privatizándolos. ¿Qué nos podes ampliar al respecto?

 

Sí, son 21 edificios que forman parte del patrimonio histórico de la Nación. Son edificios que no solo pertenecen a ciudad por su ubicación geográfica, es decir, por estar en un predio que pertenece a la ciudad. Son edificios que por Ley no se pueden tocar, están declarados patrimonio histórico de la Nación. En este caso me corresponde hablarte del zoológico de Buenos Aires que está dentro del Parque 28 de Febrero, y que agrupa parte de los 21 edificios que el gobierno intentará concesionar.

Lo que están haciendo desde el gobierno es llamar a licitación para concesionar a 30 años, que es un número escandaloso, dichos edificios a empresas privadas. Por eso, tienen que pasar el proyecto por la legislatura porteña, porque solo pueden por ley concesionarlos por 5 años.

12 de esos edificios, hoy día, están ocupados por animales. Una de las razones para la concesión que adujo el subsecretario a cargo del Zoo de Buenos Aies, Gonzalo Pascual, el día de la presentación de la ley en asesores, es que los edificios “están abandonados y en estado ruinoso”. A lo cual muchos de los asesores respondieron que el concesionario actual, que estuvo entre 20 y 25 años a cargo del jardín zoológico y que fue cambiando de firma para poder seguir concesionándolo, en los últimos 10 años estuvo bajo la gestión del PRO en la ciudad. Entonces no se entiende cómo esta gestión no le hizo cumplir al concesionario los pliegos de la concesión en los cuales se habla claramente del cuidado y restauración de estos edificios. Quiere decir, que esos edificios, la cuestión gremial y laboral, y el estado de los animales han estado en un estado deplorable, no solo porque hubo un privado que no cumplió con los pliegos de la concesión, sino porque hubo un estado ausente en el control del cumplimiento.

 

A fines del 2016, la mayoría de la gente, y en gran parte los activistas, sentimos un alivio por la reconversión del zoológico en un jardín ecológico. Fue una victoria de la resistencia y visibilización de la organización SinZoo claramente. Pero, ¿cuál es la situación actual del supuesto ecoparque?

 

La gente se quedó tranquila porque el gobierno logró el objetivo mediático y de marketing. Cuando ellos intervienen en el zoo en junio del 2016, lo que hacen es tomar el reclamo del activismo y de la gente, diciendo que el “cautiverio y la exhibición están mal”, que “quieren cerrar el zoo”. Incluso utilizaron el concepto de “reconversión”, que es un término que nosotros usamos en el proyecto de Ley de cierre y reconversión del zoo de Palermo.

Y en realidad lo que hicieron fue dejar el zoológico abierto. Sí, tomaron algunas medidas, dentro de ellas algunas positivas: como dejar fuera de exhibición aquellos animales que están en un estado lamentable, como los tres chimpancés; que uno se come su excremento, otro su vómito y el último no tiene pelo de arrancárselo a sí mismo. Prohibieron la venta de galletitas, que era una de los negocios más grandes del anterior concesionario, y que enfermaba a los animales, restringieron la entrada de gente y acotaron el horario. Todas esas medidas son buenísimas. Pero el zoo no cerró y todos los animales siguen adentro. Lo que hicieron fue cerrarlo de forma temporaria por dos años, para empezar las obras de remodelación con 1300 animales adentro. El gobierno de Buenos Aires, sacó solo algunos ciervos para mandarlos a un destino tremendo, que es la Estación de cría silvestre que se encuentra al lado de la ciudad de La Plata, que es un lugar muy vulnerable, donde hay muy poco personal, donde hubieron casos de entrada de cazadores furtivos que se han llevado piezas de ahí adentro para comérselas en un asado. Entonces decimos, que este no puede ser el destino de ninguno de los animales del zoológico de Palermo. Insistimos, hay santuarios, queremos que los animales sean llevados allí y que no estén en exhibición, como propone el proyecto de la ciudad de Buenos Aires. La Ley ecoparque, que salió a finales del 2016, lo que propone son tres cosas que normalmente hace un zoológico:

1: Exhibir animales cautivos.

2: Reproducir con fines de conservación, pero no aclara qué tipos de animales. Si van a ser exóticos o autóctonos, que sería lógico reproducir una especie autóctona para que no se extinga sobre todo por la cuestión de la frontera sojera, que está matando especies en la Argentina y por todo el mundo.

3: Mandar animales a otros zoológicos.

 

Por eso decimos que el ECOPARQUE ES UN ECOFRAUDE. Porque nada cambió, solo le cambiaron el nombre, va a seguir siendo un zoo, más chico, pero seguirá siendo un zoo. Y estos 21 edificios, que se quieren concesionar a 30 años, son parte de una maniobra inconstitucional porque no se pueden tocar. Están repartidos a lo largo y a lo ancho en el predio del jardín zoológico, con lo cual ¿qué espacio le va a quedar a los animales? Ellos en este momento tendrían que tener un centro de rescate y rehabilitación de fauna autóctona, porque eso lo dice la ley de ecoparque. ¿En qué lugar? Se supone que un animal para estar rehabilitado no tiene que estar en contacto con humanos. ¿En qué espacio podrán hacerlo? Esto en definitiva devela las verdaderas intenciones del PRO, que es hacer un negocio inmobiliario con un predio que cotiza millones de dólares.

 

¿La ley ecoparque no reglamenta la concesión de los edificios? ¿Tienen relación ambas leyes? La de ecoparque y la nueva de concesión de edificios históricos.

 

La ley ecoparque no dice nada al respecto, y esta nueva ley de concesiones no está concatenada y ni está dentro de la ley de ecoparque. No hay relación entre ambas leyes. Lo que decían desde el gobierno es que harán una reglamentación para regular a quién concesiona. Y nosotros bien sabemos según sabiduría popular y experiencia, que hecha la ley, hecha la trampa. Una vez que sacas una ley tan amplia, sin ningún tipo de restricción, ya está.

Un ejemplo claro es lo que sucedió con la ley de Glaciares, que existe, pero no se aplica porque no está reglamentada.

 

¿Y ustedes saben lo que se harían en esos edificios?

 

Sí, locales de comida. Porque pensemos… ¿Qué ONG conservacionista podría pagarle al gobierno de la ciudad una licitación además teniendo que remodelar los edificios? Porque esos edificios de verdad son ruinas. Han dejado que el patrimonio de la nación se venga abajo, así como dejaron que se vacíe la biblioteca del zoo que tenía un tesoro de libros de naturalistas del siglo XVIII y XIX, que han desaparecido. Estaban valuados en miles de euros. Esto es un vaciamiento progresivo que viene de los años 90.

 

¿Y qué responsabilidad asumió el concesionario por estos daños?

 

Cuando el gobierno intervino en el zoo, el privado recibió ninguna multa. Hacía meses que no pagaba el canon, que es el alquiler. Hacía meses que no pagaba sueldos, tenía los animales en estado lamentable, todos los edificios de patrimonio nacional en estado deplorable y la biblioteca vaciada. El responsable está vivito y coleando, suelto, cuando tendría que estar en medio de un proceso judicial por no cumplimiento.

 

¿Y desde la organización Sin Zoo qué se está haciendo?

 

Nosotros seguimos siempre en pie de alerta y movilización por la denuncia de que el cautiverio y la exhibición enferma y mata a los animales. Nunca dejamos de hacer actividades. Y por supuesto, al ver que quieren transformar al zoo de Buenos Aires en un eco shopping y que los animales tienen que sufrir una tortura de una obra en construcción, nosotros estamos con el grito en el cielo. Y seguimos haciendo activismo, todos los domingos, en diferentes puntos de la ciudad, añadiendo Temaiken una vez por mes para concientizar a la gente como hacemos en Palermo.

Nuestra guerra de fondo es concientizar sobre el cautiverio y la exhibición, y la seguiremos dando, teniendo enormes resultados en el medio. Nuestra lucha y ese fuego revolucionario se han extendido por toda la Argentina, y somos una parte de esa llama gigante que también está en Córdoba, Mendoza, La Plata, Rawson, Colón, Santiago del Estero. Nosotros estamos en una batalla ideológica, que tiene diferentes instancias. Nuestro proyecto de Ley (Ley de reconversión presentada por la agrupación Sin Zoo) lamentablemente perdió, pero bueno, sabemos que era muy revolucionario, y falta mucha voluntad política para hacer un cambio de ese estilo.

Hagamos lo que hagamos, lamentablemente como vino pasando con otras leyes, esta ley va a salir. Pero la movilización de la opinión pública siempre es importante, porque no hay que perder de vista que el poder ciudadano y el poder individual es mucho más importante que el poder de estos representantes, y que siempre salir a decir que están haciendo las cosas mal como la represión a los mapuches, o que van a sacar una ley de semillas, etc., es necesario porque es lo justo y es la verdad. ¡Hasta que la última jaula quede vacía!


 

 

Victoria Veliz

Coordinadora de prensa 
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